CuartoPoder / Verónica Torres Medrano
Morelia, Mich.-Dos historias, dos vidas diferentes pero que las une el mismo problema… insuficiencia renal crónica. Caminos diferentes que día a día luchan para seguir adelante ante las adversidades que hay en la vida.
Un joven de 27 años que dejó sus estudios para atender su salud y un diputado local que recibió el mayor regalo de vida, se unen en una sola historia para concientizar a la población sobre la donación de órganos y tejidos con fines de trasplantes y así, atender la necesidad que se tiene en el estado de más de 400 michoacanos en lista de espera y que a nivel nacional se incrementa a cerca de 24 mil.
Originario de Zitácuaro, Alexis Cristian Valdovinos Soriano fue diagnosticado a los 17 años de edad con insuficiencia renal, lo que conllevó a que dejara la carrera de Químico Farmacobiólogo, a la cual acababa de ingresar; tuvo que dejar Morelia para atenderse en Toluca.
Tres veces a la semana acudió a un nosocomio de Toluca, Estado de México, para dializarse; fueron 5 meses de tratamiento, su madre le donó el riñón.
Desde ese tiempo Alexis vivió con un riñón que le fue trasplantado con éxito. Sin embargo, la negativa de los medicamentos y que hoy es imposible acceder a los inmunosupresores por el alto costo que tienen, perdió y recayó en la enfermedad.
Nuevamente está en la tarea de encontrar un donante de riñón para seguir viviendo, más porque actualmente estudia Administración de Empresas y espera salir adelante.
“Recibir un órgano fue importante, me devolvió la vida, esperanzas y ganas de luchar; hoy es diferente. Parecemos el sector más pequeño, pero somos silenciosos, con una enfermedad silenciosa pero que es preocupante ante el aumento que tiene; estoy en busca de un nuevo trasplante y de apoyos”, agregó.
Norberto Antonio Martínez Soto es diputado en la LXXIV Legislatura de Michoacán, en el 2014 fue diagnosticado con insuficiencia renal crónica, padecimiento que le robó parte de su vida y que por poco, no lo cuenta.
Hinchazón, dificultad para levantarse, inclusive para caminar y altas y bajas en la presión arterial, fueron algunos de los problemas que describió el parlamentario.
“Se sufre mucho, tuve problemas familiares, económicos, conyugales, porque se entra en una etapa de depresión, se reduce entre 15 a 20 por ciento la fortaleza (…), se termina con acumulación de agua y una estructura esquelética chica”, relató.
Martínez Soto volvió a nacer el 28 de enero de 2019, cuando su hermana menor le donó un riñón y fue trasplantado. “Hoy camino 30 minutos un día sí y un día no; subo escalones, antes no era posible, tenía insuficiencia respiratoria; tenía problemas de energía, a las dos horas de levantado, se me acababa; me la pasaba dormido gran parte del día (…), ese milagro médico y a mi hermana, vivo, sigo inquieto y tengo nuevos proyectos”.
Reconoció que los gastos fueron altos, más cuando es concretó el trasplante, pero que se apaciguó con el seguro médicos de gastos mayores que contrató; 600 mil pesos costó la operación, 70 mil pesos los estudios previos y los tres primeros meses fueron 45 mil pesos por medicamentos y estudios.
Hoy, a 18 meses de trasplantado, el costo mensual asciende a los 12 mil pesos, dependiendo a los medicamentos que requiere para seguir adelante.
“Cuando la gente supo que necesitaba un riñón, hubo 17 ofrecimientos, pero cuando llegó el día, solamente una persona me entregó su riñón”, enfatizó.
Ambos casos luchan día con día para seguir adelante, para cumplir sueños y hacer el bien para ellos y sus familias.