La Nota Roja / Redacción
Morelia, Mich.- En su rueda de prensa del pasado 5 de julio el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que existe, “un boquete financiero de 2 mil 229 millones de pesos”, lo cual lo calificó como “otra huella de la corrupción” del sexenio que le precedió. El “boquete” al que se refirió, tendría su origen en el Fondo de Aportaciones Estatales para la Infraestructura de los Servicios Públicos Municipales, conocido como el FAEISPUM.
Luego de lanzar la acusación, Ramírez Bedolla explicó que solicitó, “una auditoría profunda al manejo del FAEISPUM para aclarar el desvío, el boquete de 2 mil 229 millones de pesos en perjuicio de los municipios de Michoacán”. De las indagatorias para esclarecer el destino de los recursos y, en su caso, determinar alguna conducta ilícita en su manejo, se encargan la Contraloría del estado y la Auditoría Superior de la Federación, agregó.
Carecer de asesores experimentados en las materias financiera y administrativa que lo guíen antes de sus declaraciones, ponen al bisoño “gober” michoacano en un callejón sin salida y revelan que su afirmación de que existe un “boquete financiero” no tienen ningún sustento. El propio Ramírez Bedolla señala que al detectar la inconsistencia en los recursos del FAEISPUM, apenas solicitó una “auditoría profunda”. No tiene datos certeros pues están en marcha las indagatorias.
No hay “boquete”, es un déficit reconocido por la administración pasada y avalado por la LXXIV Legislatura del estado, de la cual formaron parte varios de sus colaboradores: Yarabí Ávila, actualmente secretaria de Educación; Brenda Fraga, secretaria del Migrante; Teresa Mora, directora general del COBAEM; Laura Granados, Sandra Luz Valencia y quién fuera el suplente del propio Alfredo Ramírez, José Alfredo Flores, debieron explicarle al gobernador que lo que califica como un “boquete”, está perfectamente identificado en el Decreto que contiene el Presupuesto de Egresos del Gobierno del Estado de Michoacán de Ocampo, para el Ejercicio Fiscal 2021, publicado en el Periódico Oficial el 31 de diciembre de 2020.
De haber hecho su trabajo cuando fue legislador o preguntar a quienes ahora lo acompañan en la función de gobierno, Alfredo Ramírez Bedolla sabría que desde el inicio del ejercicio 2021 no se contaba con la suficiencia para cubrir los gastos previstos en el presupuesto de egresos, debido a la carga financiera que ha representado, desde hace décadas, la nómina magisterial.
De revelar lo anterior se encargarán, “las auditorías profundas”, encargadas por el propio ejecutivo.